Jessica Ocre, una productora de limones de la región de
Tucumán (Argentina), habla sobre la igualdad de género en el campo. Sus sabias palabras resuenan
con fuerza y merecen ser escuchadas.
¿Cómo acabó trabajando en la agricultura?
La agricultura ha formado parte de mi vida desde que era una niña.
Mi abuela paterna vivía sola en una granja, muy lejos de la ciudad. Criaba animales y tenía
cultivos. Desde muy pequeña yo ya sabía que esa era la vida que quería llevar, rodeada de la
energía del campo. Es muy reconfortante que mi estilo de vida se haya convertido en mi
profesión.
¿Cómo ve su papel como mujer en la agricultura?
Mi papel como mujer es proactivo. Me formo en muchas áreas, no
solo en “lo que debería hacer”. Me gusta estar en el campo, pero considero que también es
importante adquirir conocimientos sobre otros asuntos como comercio, finanzas, responsabilidad
social, etc. Si se entiende todo el proceso, el trabajo es mucho más eficiente. Se conectan las
diversas áreas, por lo que se acercan posiciones entre las personas y se genera una
retroalimentación continua que aporta valor a la empresa. La pasión y la perseverancia son las dos
fuerzas que dirigen mi vida e intento difundirlas todo lo que puedo.
¿Cómo ve el papel de las mujeres en la agricultura, en
general?
Creo que la incorporación de las mujeres, en general, es valiosa
por muchas razones. La diversidad, no solo en cuanto al género, es muy enriquecedora y tener
mujeres en el campo humaniza la agricultura un poco más. Las cosas cotidianas adquieren una
sensibilidad especial y, en algunos casos, se convierten en una verdadera inspiración. ¿Quién no se
acuerda de esa profesora, investigadora, ingeniera o campesina que nos hizo sentir tanto orgullo y
admiración al ver lo lejos que había llegado cuando nos narraba su historia?
Como mujer que trabaja en la agricultura, ¿qué opina sobre la
igualdad de género en ese ámbito? ¿Cómo la ha vivido y cuáles son sus expectativas al
respecto?
Creo que es estupendo ver y saber que una mujer tiene la misma
fuerza que un hombre para superar los retos difíciles. Está claro que la presencia de mujeres en el
campo no ha dejado de crecer exponencialmente hasta la fecha y esto no ha ocurrido por azar ni por
casualidad. Yo tomé la decisión siguiendo el ejemplo de mi abuela y de otras mujeres que me
inspiraron en la vida. No se trataba de una cuestión de género, sino de actitud. Aunque no se puede
negar que todavía queda mucho camino por recorrer en materia de género. Las diferencias entre
hombres y mujeres siguen existiendo y siempre existirán. El auténtico reto es aprovechar esas
diferencias para alimentar la sinergia y la complementariedad, y convertirlas así en algo positivo.

Una voz procedente del cultivo del limón en Argentina
30 junio 2021